viernes, 21 de noviembre de 2008

Cárceles de la miseria


ADELANTO DEL NÚMERO DE SEPTIEMBREPorÁngel Ludueña
“Aunque no esté implementada la pena de muerte, en las cárceles de la provincia se producen más muertes que en los países que sí ejecutan a los delincuentes. La enfermedad de esta sociedad se refleja en nosotros. No necesitamos pastillas. No necesitamos represión. Lo que necesitamos son herramientas para una vida distinta”.
Estas palabras pertenecen a un detenido de la Unidad Nro 9 de La Plata, y fueron dichas en el trigésimo aniversario del comienzo de la última dictadura militar, en un acto del que participó el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
Al día siguiente, el recluso que las pronunció fue golpeado y amenazado por agentes del Servicio Penitenciario, dentro justamente del establecimiento que más presos políticos albergó durante la dictadura.
Y no quedó todo ahí, sino que luego fue trasladado una y otra vez por distintas unidades, recurso utilizado como una especie de tortura psicológica en nuestra democracia contra las personas detenidas… En un mes recorrió 6 penales.
Presos del hambre
En el año 2000 la población carcelaria en la provincia de Buenos Aires era de 17.567 presos. Luego vendría la crisis económica posterior al estallido de diciembre de 2001, una herencia de 30 años de políticas económicas erróneas/estúpidas que saquearon nuestro país durante los sucesivos gobiernos tanto golpistas como democráticos.
Luego del hambre, los saqueos a comercios, la represión y sus muertos, la pobreza y las lágrimas de los ojos televidentes, el número de detenidos alojados en unidades Penitenciarias y comisarías de la provincia pasó a ser de 31.984.
El repentino y gran crecimiento se tradujo en una lógica superpoblación y saturación del sistema carcelario, con celdas que en muchos casos alojan al doble de su capacidad y condiciones de salubridad tan malas que colocan a las cárceles en el mismo nivel que una perrera de mediados del siglo XX.
Conseguí el número de septiembre con la nota entera.